El término “Black Hat SEO” hace referencia a los métodos no permitidos de optimización en buscadores que buscan manipular el posicionamiento de una página web, normalmente mediante engaños o eludiendo las directrices de Google. Estas técnicas de Black Hat SEO pueden generar resultados a corto plazo, pero a la larga provocan sanciones o incluso la exclusión del índice de Google.

¿Qué hay detrás del concepto de Black Hat SEO?

Aunque hoy en día el término Black Hat se asocia sobre todo con el mundo de los hackers, su origen está en un ámbito muy distinto: en los clásicos del cine del Oeste, el villano solía llevar un sombrero negro (black hat), mientras que el héroe aparecía con uno blanco (white hat). El llamado Black Hat SEO puede describirse de muchas maneras, pero siempre conserva la imagen de lo turbio y lo no permitido. Para algunos, no son más que técnicas poco limpias para generar enlaces; para otros, se trata claramente de prácticas de spam. En cualquier caso, los trucos de Black Hat SEO buscan eludir las directrices de calidad oficiales de los buscadores para obtener ventajas frente a la competencia.

Cuando se lanza una nueva página web, a las empresas les suele esperar un camino muy largo hasta alcanzar las primeras posiciones en Google, Bing y otros buscadores. Para llegar a lo más alto, es necesario construir una buena reputación y ganarse la confianza de los usuarios. Además, deben generarse las señales que Google utiliza para evaluar las páginas. Por ejemplo, un factor de posicionamiento esencial es la llamada autoridad del dominio, es decir, la credibilidad o confianza que Google atribuye a una página web.

La idea detrás del Black Hat SEO es aparentar reputación y confianza. Es decir, simular que la página es más relevante, popular y sólida de lo que realmente es. Sin embargo, cuando Google detecta las infracciones derivadas del Black Hat SEO contra las directrices básicas de la Búsqueda de Google, actúa con dureza contra las páginas implicadas: estas son sancionadas y, en el peor de los casos, incluso eliminadas del índice de Google. Gracias al sistema de IA de Google, el RankBrain, que no solo analiza palabras clave, sino también el comportamiento de los usuarios y el contexto para comprender mejor la relevancia de los contenidos, las técnicas de Black Hat se detectan cada vez con más facilidad, ya que no pueden engañar al análisis semántico realizado por el RankBrain.

¿Cómo actúa el Black Hat SEO?

Uno de los componentes esenciales del SEO es la denominada optimización off-page, que consiste en promocionar una página web desde el exterior con el objetivo de recibir señales (enlaces) de terceros. Por ello, Google concibe los enlaces procedentes de otras páginas como un tipo de recomendación, de ahí que se intente reunir la mayor cantidad posible de recomendaciones de otras páginas. Al contrario de lo que se puede pensar, este proceso está permitido siempre y cuando los backlinks o enlaces externos se traten de forma natural, por ejemplo, mientras se redacten contenidos de calidad y los usuarios tengan acceso a los artículos o a las páginas. En el ámbito del Black Hat SEO se intenta obtener este tipo de enlaces sin realizar esfuerzos para crear contenido laborioso o para realizar campañas de marketing.

Otras prácticas de Black Hat SEO también buscan lograr buenos resultados en el posicionamiento sin invertir tiempo ni dinero en marketing de contenidos o en marketing en redes sociales. A continuación, te mostramos algunas de las técnicas de Black Hat SEO más comunes.

Doorway pages (páginas puerta)

Las llamadas “páginas puerta” son páginas exclusivamente optimizadas para los buscadores, pero que no son visibles para los usuarios. Este tipo de páginas están llenas de palabras clave relevantes para Google y no se le muestran al usuario, sino que solo funcionan como páginas intermedias a través de las que se redirige al usuario a una página real. El objetivo en este caso es aumentar la popularidad de los enlaces de dicha página y mejorar consecuentemente el posicionamiento. Esta técnica estaba antes muy difundida, aunque con el paso del tiempo ha ido perdiendo popularidad. La razón de ello es que Google considera que las “páginas puerta” constituyen una vulneración de sus directrices y que son, por lo tanto, un intento de manipulación.

Cloaking (encubrimiento)

El llamado cloaking, o “encubrimiento” en español, hace referencia a la práctica por medio de la que se crean dos páginas distintas bajo una misma URL, una para el buscador y la otra para el usuario. En este caso, un script tiene la capacidad de, ante la visita a una página, distinguir si se trata de un robot de buscadores o de un usuario real. En el caso del robot, a este se le mostrará una página optimizada para buscadores que, en la mayoría de los casos, tiene más texto y un mayor número de palabras clave. La variante para usuarios, en cambio, es más elaborada y, por lo general, cuenta con más elementos multimedia, como vídeos. La causa de ello es que la indexación tiene lugar principalmente mediante textos: debido a que el resto de los elementos son prácticamente imperceptibles para el crawler, estos son reemplazados en la página de encubrimiento mediante textos SEO. Los buscadores son capaces de reconocer el cloaking rápidamente y de llevar a cabo las sanciones correspondientes, que pueden desembocar en la exclusión del índice.

Compra de enlaces

Otra de las tácticas de Black Hat SEO muy frecuente y cada vez más habitual es el link building (construcción de enlaces) de forma artificial por medio de la compra de enlaces. Como su propio nombre indica, con la compra de enlaces no se generan backlinks de manera natural, sino que se compran. El objetivo es que aumente la popularidad de los enlaces. Para Google es muy importante la construcción natural de enlaces, que da como resultado contenidos actuales y de alta calidad. Por lo tanto, las directrices de Google prohíben la compra, venta, intercambio y alquiler de enlaces y, si alguna de estas acciones tiene lugar, las consecuencias pueden ser la pérdida de posicionamiento o la expulsión de la página del índice del buscador, siempre y cuando estas se den a conocer.

Especialmente arriesgados son los llamados Private Blog Networks (PBN). Se trata de redes de enlaces creadas artificialmente cuyo único objetivo es generar backlinks. Una forma particular de compra de enlaces es la adquisición de los llamados enlaces rusos. Se trata de enlaces muy baratos comprados en el extranjero, principalmente en Rusia. Google también sanciona de manera sistemática este tipo de prácticas.

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Keyword stuffing (uso excesivo de palabras clave)

El término anglosajón keyword stuffing hace referencia a la optimización excesiva de la densidad de palabras clave, es decir, a la práctica de colocar la mayor cantidad posible de keywords en un texto para ganar relevancia y visibilidad en Google. Este método de manipulación proviene de los comienzos de la optimización en buscadores y ya ha perdido su eficacia. Por medio de las numerosas actualizaciones del algoritmo de Google se pueden filtrar las páginas web que hacen uso de la técnica del keyword stuffing, tras lo cual el buscador aplica las sanciones pertinentes sobre las páginas web afectadas.

Contenido oculto

Ocultar contenido de los textos y los enlaces también tiene su origen en el pasado y es un método típico de Black Hat SEO. Lo que en su momento tuvo un buen funcionamiento, hoy en día no resulta una medida muy prometedora. La táctica consiste, entre otros ejemplos, en ocultar palabras clave relevantes por medio de texto blanco sobre fondo blanco. De esta manera, se puede engañar al buscador sin que el usuario se vea excesivamente abrumado por tanta keyword. Sin embargo, la práctica no solo es de aplicación para palabras clave, sino también para enlaces, que se ocultan de la misma manera con texto blanco y resaltando solo un carácter, por ejemplo un guion. Con el paso del tiempo, Google se ha hecho eco de estos pasajes de texto y enlaces ocultos y también los considera intentos de manipulación.

Contenido de IA de baja calidad y spam de IA

Con la llegada de las herramientas de IA generativa, también ha cambiado el panorama de la manipulación en buscadores. Cada vez son más habituales las llamadas páginas de IA de baja calidad (Thin AI Pages), es decir, páginas web cuyos contenidos han sido creados con inteligencia artificial pero que apenas aportan valor a los usuarios. Aunque se producen con rapidez, suelen limitarse a textos superficiales y vacíos, sin información de verdadero interés.

Google ha respondido a esta tendencia con varias actualizaciones de su algoritmo, que permiten identificar cada vez con más fiabilidad el spam generado por la inteligencia artificial. Estas páginas se arriesgan a una clara penalización en el posicionamiento o incluso a ser eliminadas por completo del índice. También en este caso se cumple la regla: lo que a corto plazo parece fácil, a la larga puede resultar muy perjudicial.

Optimización con White Hat SEO

Estos ejemplos muestran que las tácticas de Black Hat SEO quieren prometer resultados a corto plazo, pero plantean muchos riesgos, ya que, tarde o temprano, Google es capaz de reconocer dichos intentos de manipulación.

Las sanciones, conocidas como “penalties” en el universo de Google, tienen una naturaleza diversa: pueden alcanzar una pérdida notable de posiciones o incluso dar lugar a la exclusión completa del índice. Una vez sancionada y degradada en el posicionamiento, resulta muy difícil volver a aparecer en las primeras páginas de resultados, y mucho menos en los primeros puestos.

Lo más sensato a largo plazo es seguir las directrices facilitadas y llevar a cabo la optimización en buscadores sin ningún tipo de estrategia sospechosa. Debido a las numerosas reglas e instrucciones, resulta complejo cumplir todas y cada una de ellas y optar siempre por prácticas de White Hat SEO. Por ello, hay cierto margen de maniobra, es decir, se puede recurrir a una “zona gris” que recibe el nombre de Grey Hat SEO. Con ella, se intentan exprimir al máximo las medidas permitidas, ya que Google no sanciona de manera directa todos aquellos intentos de aumentar la popularidad de los enlaces y, en consecuencia, de mejorar el posicionamiento. El Grey Hat SEO es, por consiguiente, un elemento de equilibrio e incluso un método SEO no deseado, pero con la particularidad de que no plantea sanciones por parte de Google, por lo que la mayoría de las empresas y agencias del ámbito del SEO se mueven en esta zona gris.

Nota

Un enfoque de SEO sostenible no significa renunciar a la tecnología moderna. Al contrario: cada vez más empresas recurren al SEO asistido por IA para optimizar sus contenidos de forma eficiente y basada en datos. Estas herramientas ayudan a agrupar temáticas relevantes, mejorar la cobertura de palabras clave y adaptar los contenidos a la intención de búsqueda. En lugar de apostar por la creación manipulada de enlaces o por textos sobreoptimizados, ganan peso los contenidos informativos y el valor añadido para el usuario.

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